Por: César Rodríguez Granados | La sentencia del Consejo de Estado por medio de la cual se declara la nulidad del acto administrativo de 2 de noviembre de 2007, E-26AL, emanado de la Comisión Escrutadora Municipal y por medio del cual fue declarado oficialmente elegido al Arquitecto Enrique Javier Camargo Valencia como Alcalde de Sogamoso, para el período 2008—2011, ha sido acogida con reserva por la mayoría de los ciudadanos sogamoseños y con muchísimo regocijo por los contradictores electorales del ex Alcalde Camargo Valencia.
El ex Alcalde de Sogamoso, Rafael Ernesto Vargas Aranguren, tan pronto se conocieron los resultados electorales oficiales, ante el Tribunal Administrativo de Boyacá demandó la elección del Alcalde de Sogamoso para el período constitucional 2008—2011, por considerar que de las 21 mil firmas que presentó Enrique Javier Camargo Valencia al momento de su inscripción como Candidato, por lo menos 9.600 eran nulas pues en un mayor porcentaje no figuraban en el Censo Electoral del Municipio de Sogamoso, otras pertenecían a personas ya fallecidas y otras más a ciudadanos que habían perdido sus derechos políticos.
El Consejo de Estado revocó la sentencia proferida el 11 de diciembre de 2008 por el Tribunal Administrativo de Boyacá que, en su momento, había rechazado las pretensiones ya dichas del demandante Rafael Ernesto Vargas Aranguren, quien al apelar ante el Consejo de Estado obtuvo una sentencia favorable a su pedimento.
Los observadores del acontecer político local, están de acuerdo en que a Sogamoso le esperan semanas de parálisis administrativa, mientras su Alcalde encargado, aquel que designe el Gobernador de Boyacá, se ponga al día con la información esencial que le permitirá con seguridad jurídica y legal continuar con los procesos administrativos inherentes a la ejecución de las estrategias y programas del Plan de Gobierno Municipal. Será una pérdida lamentable de tiempo y dinero y muy seguramente de reclamaciones y demandas por incumplimiento de las obligaciones contractuales suscritas por el municipio, tal como ha ocurrido y se ha visto en otros lugares de Colombia, también víctimas de la politiquería.
En el peor de los casos, conociendo la pobreza presupuestal de la Registraduría Nacional del Estado Civil y del .Municipio de Sogamoso la elección popular de Alcalde de Sogamoso, probablemente se haga a finales de noviembre o comienzos de diciembre próximos, etapa preelectoral durante la cual de hecho y como se acostumbra legalmente las obras de infraestructura y la contratación en general permanecerán congeladas hasta después de la posesión del nuevo Jefe del Ejecutivo local.
Nuevamente la mala suerte se ensaña contra el desarrollo y el progreso de la “Ciudad del Sol”, por culpa de quienes, sin la menor vacilación, acuden a toda suerte de ardides jurídicos sin otra meta que alcanzar el poder personal, sin importar las consecuencias negativas que su falta de honestidad le pueda acarrear, como en este caso, a la sufrida ciudadanía sogamoseña.
Invitamos al pueblo sogamoseño a aprovechar estas experiencias dolorosas, que se suceden una tras otra al parecer sin solución de continuidad, para que sea más selectivo a la hora de escoger a sus gobernantes y no tragar entero el contenido de los desacreditados Programas de Gobierno, repletos de buenas intenciones pero ajenos y lejanos a la realidad presupuestal del fisco municipal.
Qué lejos está Sogamoso de transformarse en la ciudad genuina con la que todos hemos soñado, una ciudad con una representación en el Congreso de la República que luche por proyectos de auténtico desarrollo y progreso para Sogamoso y la Provincia de Sugamuxi, con una clase política altanera, si se quiere, que defienda a los más necesitados y no ase arrodille para recoger las migajas del banquete del rico Epulón.
Y ahora, ¿qué?
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