Por: César Rodríguez Granados | El debate electoral del 25 de octubre de 2015, así como cada uno de los sucedidos en el siglo XX y lo transcurrido del XXI, resulta inolvidable para quienes se enfrentaron en la arena política por la conquista de una alcaldía, de las curules de los concejos, las asambleas departamentales o por las gobernaciones.
El resultado es y será humanamente antipático para quienes fueron superados en número de votantes por sus propuestas políticas respectivas, cifras legales que les impiden ocupar los cargos a que aspiraban y lograr cristalizar sus proyectos de desarrollo y progreso para el municipio o el departamento.
Los nuevos mandatarios, se supone, a estas horas deben estar adelantando el empalme obligatorio entre los gobernadores y alcaldes salientes y entrantes, tal como lo tiene previsto el Departamento Administrativo de la Función Pública.
Con este proceso se contribuye a la rendición de cuentas de la rama ejecutiva, el cual es una obligación de todos los servidores de la administración pública, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 78 de la Ley 1474 de 2011 y el Artículo 50 de la Ley 1757 de 2015
El Departamento Administrativo de la Función Pública señala en uno de sus boletines de prensa: “El empalme de Gobierno es un proceso efectivo, transparente, útil y obligatorio, a través del cual se hace entrega y se recibe formalmente la administración pública de las entidades territoriales, y se formaliza con la entrega del acta de informe de gestión. El empalme también es un proceso estratégico y de interés público dado que brinda insumos claves para la elaboración del nuevo Plan de Desarrollo”.
"Este es un proceso amigable, donde se va a mostrar qué es lo que se ha hecho, qué queda pendiente, cuál es la situación real. Eso va a permitir a los nuevos mandatarios preparar unos planes de desarrollo adecuados, y recoger experiencias exitosas y buenas prácticas", expresó Liliana Caballero, Directora de Función Pública”.
“En el marco de la estrategia Elijo Saber, la cual está dirigida a los alcaldes y gobernadores que iniciarán su mandato en enero de 2016 y que busca mejorar la gestión territorial, potenciando capacidades básicas desde el momento de la aspiración de los candidatos hasta el ejercicio de su mandato, la Función Pública, el Departamento Nacional de Planeación, la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud, con el apoyo y la colaboración de varias entidades nacionales lanzaron el instructivo para el proceso de empalme de los mandatarios territoriales 2015 – 2016”.
“El documento tiene el propósito de brindar orientaciones conceptuales, técnicas, metodológicas y normativas, como instrumento para alcanzar mayores niveles de desempeño en las administraciones territoriales, en el desarrollo de los procesos de empalme”.
“En este instructivo se establecen 3 fases para el proceso de empalme. El primer momento está dirigido a la administración saliente y presenta los primeros pasos para la preparación de insumos para el empalme, la segunda fase está dirigida tanto a la administración saliente como a la entrante y da a conocer las actividades que se deben coordinar para realizar el ejercicio de empalme; y la tercera está orientada a la administración entrante y brinda los lineamientos para la utilización y aprovechamiento de la información recibida. La Guía así como los formatos pueden ser consultados en el siguiente enlace”: http://bit.ly/1RcIEsH
Se sabe que en muchos municipios administrativamente catalogados como “pequeños” y aún en ciudades intermedias, la labor de empalme resulta muy difícil por la manera hostil como se reciben a las comisiones de empalme del gobierno entrante. Los funcionarios se ausentan y dilatan el proceso, otros exigen autorizaciones por escrito para proceder a suministrar la información y en no pocos casos insultan a los integrantes de las comisiones de empalme.
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